Jude Law es el nuevo papa, un papa joven rodeado de misterio que unos dicen que es un santo y otros dicen que es el demonio. El papa Lenny Belardo es carismático y, como él dice, "tremendamente atractivo" y fascina a legos y cristianos por igual.
Sorrentino nos regala una mini serie que bascula entre la fina comedia y el thriller, empaquetado en en un maravilloso envoltorio, lleno de ricos ropajes, obras de arte, un guión originalísimo y unas actuaciones fantásticas al borde del esperpento.
He disfrutado muchísimo la serie, me he embobado con los planos de la recreación de la Capilla Sixtina llena de cardenales atónitos y me ha entretenido desde el capítulo 4 hasta el final.
Las interpretaciones son serenas y absolutamente perfectas: Jude Law ejerce de Papa extraño, severo con unos, confidente con otros y distante con la mayoría. Diane Keaton está maravillosa como monja consejera y el resto del reparto incluyendo a Javier Cámara está simplemente espectacular.
Como todo Sorrentino, tiene su tempo y es posible que la serie no llegue a enganchar a impacientes y gente con déficit de atención pero si eres de aquellos que te fijas hasta en el último detalle, vas a disfrutar mucho.
Y como muestra, la maravillosa escena de los créditos iniciales, que es una joya que merece ser vista una y otra vez.
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