El primer libro del año es esta pequeña novela protagonizada por un periodista que intenta por todos los medios desenmascarar a un supuesto visionario y vendedor de humo durante un evento un tanto esotérico: un eclipse lunar que congrega a crédulos y amantes de los fenómenos paranormales (en el sentido más ochocentista de la palabra).
La historia tiene lugar en la Francia de 1870, unos días antes del sitio de París que llevó al final del imperio de Napoleón III. Este hecho es el que cierra la novela, dándole también un punto interesante al concepto principal: el poder de la información.
Cualquier noticia por importante que sea, pasa desapercibida en el momento en que las tropas prusianas entran en París, así que la cruzada personal del protagonista de la novela tiene una ventana de tiempo muy corta para difundirse, pero eso lo sabremos al final.
La novela es interesante, una trama salpicada por pequeños misterios que llevarán al protagonista a hablar con científicos, magos, libreros y otros transmisores de la realidad para acabar construyendo una historia que no es tan pequeña como parece. El tema es serio y actual, como se nos avisa en la contraportada del libro:" una fina crítica a la manipulación de la información".
Por último, una de las bazas de esta novela es su prosa: concisa y perfeccionista, no hay nada que sobre. Esta novela escrita por un poeta gana con la relectura, necesaria para poder apreciar la meticulosidad de la selección.
Juan Vico: Los bosques imantados. Editorial Planeta, 2016. Seix Barral, Biblioteca Breve. Barcelona
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