Como el baile, esta serie es pura pose, muestra la cara vistosa de una situación difícil, como lo era la vida de las personas trans a finales de los 80 que utilizaban las noches del fin de semana para posar y desfilar a lo drag.
Honestamente no tenía ni idea de la existencia de los "balls", las noches en los clubs en las que no había sitio para los modositos y en los que se competía para ganar premios a la actitud y al traje más espectacuar. Y al hablar de espectacular hablo de esto:
El tráiler resume perfectamente la serie, al menos el lado amable. Cuando las luces se apagan y llega la mañana siguiente vemos el día a día de estos personajes y su lado más amargo, el drama, de la incomprensión, la amenaza del SIDA, la falta de dinero o de espectativas...
La serie combina luz y sombras a la perfección, el drama está bien entretejido entre las lentejuelas de la banalidad y al final acabas viendo una serie más que entretenida que ofrece retales de una sociedad nunca antes representada.
Para curiosos, fans de Ryan Murphy y Brad Falchuk (American Horror Story, Glee, etc.) y nostálgicos de los 80.
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