Vi el documental un día después de que lo emitiera TV3, después de la gran campaña popular para que se emitiera y también después de la enorme repercusión que tuvo su emisión.
El documental explica lo que le ocurrió a Patricia Heras, dos años antes de que decidiera suicidarse, después de lo que se ha descubierto que fue un caso de corrupción policial que ha salpicado también a parte del sistema judicial y político. Este documental que muestra como una casualidad absurda puede desencadenar un suicidio si se le añade incompetencia, corrupción y la obsesión terrible por esconder lo uno y lo otro.
Reconozco que hablando del documental con unos y con otros, no todo el mundo lo ha recibido igual. Algunos comentan que es tendencioso, otros se escandalizan de que se censuraran imágenes por decisión judicial (imágenes que estaban en Youtube y que tuvieron una gran publicidad). En fin, su emisión ha sido una bomba mediática, al menos en nuestra pequeña comunidad televisiva. Y está bien que haya sido así, porqué aunque es puede parecer tendencioso, es un documento muy necesario de ver, no solo por lo que denuncia, si no porqué nos pone en la situación de preguntarnos como se nos ha podido escapar todo esto.
Después de haber visto el documental y superada la sorpresa y la indignación, me vienen un montón de preguntas a la cabeza: ¿por qué no hay mecanismos de control que permitan que este tipo de casos sean públicos inmediatamente? ¿Cómo es posible que la gran mayoría de nosotros no supieramos nada de esto?
También hay otro tema que me preocupa, y es lo que ocurrirá a partir de ahora: ¿qué habrá provocado este documental un mes o un año después de su emisión ? ¿Habrá alguna consecuencia para los políticos, jueces y agentes implicados? ¿Nos acordaremos de todo esto?
En fin, espero y deseo (con cierto escepticismo) que sí, que no nos olvidemos de todo esto.
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